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domingo, 29 de abril de 2012

Sida: sí discrimina y sí se puede detener

Escrito por Juan M. Dabdoub Giacoman | 17 de Enero de 2011

La Malaria y la Hepatitis "C" causan más muertes que el sida, pero no se atienden como esta enfermedad, pues ellas no afectan al negocio de la "industria del sexo" (pornografía, prostitución, preservativo, farmacéutica, etcétera)…

La incidencia de sida en homosexuales es 2,100 por ciento más alta que entre heterosexuales.
El grupo de mayor crecimiento en casos de sida son los jóvenes 1524 años de edad

El 1 de diciembre se conmemoró el “Día Mundial de la Lucha contra el sida” que en el 2011 cumple 30 años de haber sido descubierto; y cuyos 33 millones de infectados y 1.8 millones de muertes anuales siguen creciendo.

Es interesante que, mientras del milenario Paludismo o Malaria cada año se infectan entre 350 y 500 millones de personas y mueren más de un millón; y sólo en África, a diario, mueren 2,000 niños, no exista un Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre la Malaria como sí lo hay para el VIH/SIDA (ONUSIDA).

Y en México, donde anualmente muere más del doble de gente de Hepatitis “C” (10 mil 500 personas), que de sida (5 mil); es extraño que no haya un Consejo Nacional para la Prevención y el Control de la Hepatitis “C”, como lo hay para el sida (Conasida).

¿Será porque la Malaria y la Hepatitis “C” no afectan al negocio de la “industria del sexo” (pornografía, prostitución, preservativo, farmacéutica, etcétera)?

El sida discriminador

Nos han dicho que el sida no discrimina; y bueno, una cosa es que todos nos podamos infectar y otra muy diferente es negar que el VIH se “ensaña” con algunas personas. Veamos la prevalencia del VIH en algunos grupos de población en México (CENSIDA 2008):


·         Prostitutos: 15 por ciento (el más alto), un 650 por ciento más alta.
·      Hombres que tienen sexo con hombres: 11.0 por ciento, un 2,100 por ciento más alta.
·         Hombres heterosexuales: 0.5 por ciento.
·         Prostitutas: 2.0 por ciento, un 900 por ciento más alta.
·         Mujeres (general.): 0.2 por ciento.
Siguiendo con el análisis, el grupo de mayor crecimiento en casos de sida son los jóvenes entre 1524 años de edad; aquéllos a quienes el gobierno mexicano ha venido “educando” en la sexualidad con una educación –de la Secretaría de Salud (Ssa) y la Secretaría de Educación Pública (SEP)– con base en condones.

Los dirigentes de la Ssa y de la SEP –cuya conducta errada podría ser criminal– no actúan de acuerdo a las conclusiones de la última Conferencia Internacional contra el Sida celebrada este 2010 en Austria, que ha declarado que “la enfermedad requiere del desarrollo de políticas de prevención que se basen en la conducta”.

Y es que, después de 30 años de repartir condones sin detener el sida, reconocieron que la gente se infecta, no por no usar el condón, sino por ser promiscua; y promover el condón invita a la promiscuidad.

Finalmente, aunque el promedio mundial de homosexuales y bisexuales en la población es del 2 por ciento, este grupo es el de mayor incidencia de sida en México con un 56 por ciento de los casos (en Europa representan el 85 por ciento de los casos de sida y en EU el 73 por ciento).

Conclusión

Es claro que el sida sí discrimina, pues no afecta a las personas que viven la fidelidad mutua en sus relaciones sexuales, ni a las que viven la abstinencia; y tiene una tremenda incidencia en las personas que son promiscuas, y más si son homosexuales o bisexuales.


Así, la clave para detener el crecimiento del sida es promover un cambio en la conducta que deje de banalizar la sexualidad y regrese a una que esté basada en la entrega mutua por amor. También en dejar el condón como última opción, advirtiendo de su gran margen de error por fallas de porosidad, fisuras, pliegues, cavidades, degradación del látex (caducidad) y, el más importante, las fallas en el uso, por rotura y deslizamiento; que el margen de error en total puede llegar hasta el 31 por ciento (Universidad de Texas) o al menos un 20 por ciento según la Organización Mundial de la Salud… ¡Toda una ruleta rusa!

familiamundial.org

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